lunes, 8 de octubre de 2007

DEMOCRACIA VIRTUAL


Últimamente estoy leyendo un libro que escribió un amigo el año pasado, se titula “El Caminante”. Es un libro sobre filosofía y democracia, sobre las teorías que hay de un concepto de gobierno llamado “Democracia Directa”. Es algo así como que no hay un líder definido y el estado solo sirve como órgano de regulación. El poder lo tendría completamente el pueblo mediante espacios virtuales en Internet u otras comunicaciones interactivas en los que se debatirían desde los más complejos tratados mundiales hasta las horas de recogida de basura. Sería como un foro de foros en los cuales todo aquél que quisiera tendría la oportunidad de intervenir. En mi más humilde opinión y como yo he entendido el texto escrito por mi amigo, esta forma de gobierno me parece la más pura utopía (él también está de acuerdo en ello, aunque no se si por los mismos motivos o por otros, puesto que todavía no he llegado a las conclusiones del libro). Por un lado, ningún gobierno estaría dispuesto a ceder todo el poder al pueblo (eso está claro) pero por otro lado, y aunque estuviera dispuesto el mundo sería un caos. ¿Cómo filtrar opiniones de personas que no tienen otro objetivo que vengarse o gente sin escrúpulos y sin conciencia de Sociedad?. Porque estas opiniones según el concepto de Democracia Directa serían tomadas en cuenta con la misma rigurosidad que otras mucho más válidas. Podría darse la posibilidad de que alguna de estas opiniones fuera tomada como ley o decreto, y ¿Qué haría entonces la gran mayoría de la sociedad?¿tendría que acatar esta ley aunque fuera contra la ética de su propia sociedad?

Para que tuviera un efecto medianamente válido se deberían aplicar patrones de intervención según la condición de las personas que intervinieran en cada pleno o debate. ¿Pero cómo hacer eso?, nadie tiene más derechos que los demás en decidir como quiere que sea su Sociedad. Todas las opiniones son válidas. Pero en muchas ocasiones las opiniones chocan. Si el choque es de colosos, es decir, si hay muchos seguidores de los dos o más bandos, se entiende que las dos o más opiniones son válidas y moralmente aceptadas. Pero si alguna de las opiniones es minoritaria, hay que cuestionar si se acepta o no, si es ética o no mediante una muestra representativa tomada a toda la sociedad. Bueno, ya me estoy liando, lo único que quiero decir es que habría que tener cuidado con las opiniones minoritarias porque pueden ser muy perjudiciales para el resto de la humanidad.

El concepto de Democracia Directa o virtual (como yo la llamo) carecería de fronteras geopolíticas. No existiría la idea de nación como tal; otra utopía más. ¿Cómo sería posible que naciones, hoy en día consideradas como dictaduras, intervinieran en esta idea de estado?¿Como es posible que existiera un idioma único en el que todos pudieran comprenderse? Hoy en día, está claro que el inglés es un idioma que mucha gente habla o más o menos se defiende. Pero mucha gente no es suficiente. Sería necesario que más de un 90% de la población mundial hablara un idioma único, cosa imposible hoy en día.

Por todo esto creo que mucha gente está elaborando teorías desde la generalidad y ya se encargará el mismo sistema de ir regulándose poco a poco. Esto no es una teoría, es una hipótesis. Para que una hipótesis se convierta en teoría tiene que estar contrastada empíricamente mediante hechos y conocer todas las posibles desviaciones y su porqué.

Por lo tanto la hipótesis de una Democracia Directa debería ser desarrollada con una mayor rigurosidad y demostrada con pruebas empíricas (no se si hasta ahora se ha hecho esto, pero para llevar a cabo estas pruebas se tendría que crear una especie de “Sociedad de Laboratorio” y no me suena haber oído nada de esto). Por el momento, sigo creyendo que esta forma de gobierno es una utopía y no podría ser llevada a cabo nunca.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Este comentario es del autor del libro "El Caminante" con algunas aclaraciones sobre el post.

"Es un honor para mi que escribas en tu blog una entrada basándote en cosas que has leído en el caminante. Me alegro que te haya hecho pensar sobre las cosas de las que habla.

Lo que he leído esta muy bien. Espero que cuando hayas avanzado vuelvas a escribir alguna entradas más y que se hallan pulido algunas cosas (yo que si sé de lo que va, noto que no has llegado al meollo todavía). No te preocupes, no hay ninguna tontería, todo lo contrario… faltaría más. Pero a tu pregunta:

1. efectivamente, si… yo lo veo como una utopía (absoluta) pero que plantea muchas incognitas sobre el estado de depuración de las democracias actuales, y hay cosas que se pueden mejorar muy mucho. Eso es lo que importa: acciones concretas y reales en vez de metadiscursos e ideologías totalizadoras sobre el sentido de la historia, la igualdad, etc. En realidad a eso se le llama “liberalismo pragmático”

2. Todo el poder NO recae sobre los ciudadanos, y mucho menos si se sigue tomando el modo cualitativo de la distribución de poder como una pervivencia o alargamiento del actual: se transforma tanto que en muchos aspectos quedaría irreconocible. Cuando hablo del “Estado Mínimo” (del que ya hablan otros muchos y no “utópicos”) no me refiero a un Estado “más pequeñito” (menos poderoso), sino más “alejado” (y para que pueda hacer esto paradójicamente tiene que tener un poder muy especifico). Este descenso del intervencionismo estricticamente necesario es complejo de explicar en pocas líneas, de hay el chorizo que escribí. Muy (pero que MUY MUY MUY por encima) se trata de minimizar al máximo las estrategias de bloque de la política representativa, reducir la figura del político e incrementar el papel directo de los órganos de justicia como constituyente mayoritario de los gobiernos, en torno al núcleo de un “overlapping consensus” sobre un discurso universal (esto tiene mucha tela). Hoy se dice que la justicia es independiente de la política (los jueces podrán aplicar la ley todo lo neutralmente que quieran, pero si son los políticos los que hacen las leyes, ya me dirás). Aquí se dice que la política actual ya empieza a estar obsoleta para las posibilidades y los medios de hoy y que la justicia puede empezar a ganar protagonismo, pero no que el Estado quede desprovisto de poder.

3. Como ya leeras, tampoco se trata de un “todo vale”. Al contrario, que los individuos puedan desplegar en libertad sus sistemas de creencias y trayectorias vitales tal y como les plazca no se apoya sobre un completo relativismo moral. Hay razones legítimas para no tolerar la intolerancia, y precisamente los discursos abiertos son los que necesitan y perfilan unas pautas de lo válido mucho más transparentes, definidas y específicas. El Estado sigue conservando plena capacidad para desactivar los subsistemas de creencias que no entren en coherencia con la libertad que les dio la oportunidad de nacer. “Porque estas opiniones según el concepto de Democracia Directa serían tomadas en cuenta con la misma rigurosidad que otras mucho más válidas”. El Estado mínimo no elige que sistema es mejor o peor, no dice que cuales, dentro de los legales, son más válidos o menos, más rigurosos o menos… (cosa que si sucede ahora), sólo bloquea aquellos que no quieren “jugar” según las reglas y en base a una normativa elemental y critica consensuada.

4. “Para que tuviera un efecto medianamente válido se deberían aplicar patrones de intervención según la condición de las personas que intervinieran en cada pleno o debate. ¿Pero cómo hacer eso?, Todas las opiniones son válidas. Pero en muchas ocasiones las opiniones chocan. Si el choque es de colosos, es decir, si hay muchos seguidores de los dos o más bandos, se entiende que las dos o más opiniones son válidas y moralmente aceptadas. Pero si alguna de las opiniones es minoritaria, hay que cuestionar si se acepta o no, si es ética o no mediante una muestra representativa tomada a toda la sociedad. Bueno, ya me estoy liando, lo único que quiero decir es que habría que tener cuidado con las opiniones minoritarias porque pueden ser muy perjudiciales para el resto de la humanidad.” ¿Pleno o debate?. En mi teoría no existen, salvo quizá en una primera fase de prueba. Con la UTOPIA (recalco) funcionando a pleno rendimiento sólo existirían una suerte de “monitorizaciones indirectas” (ya lo leeras) “nadie tiene más derechos que los demás en decidir como quiere que sea su Sociedad.” Este es el meollo de todo el libro… efectivamente. Lo que se trata es de poder salvar el efecto de “tiranía de la mayorías” de los sistemas representativos, que en vez de permitir que los hombres dirijan sus vidas les empuja gregaramiente a todos hacia el mismo sitio. En realidad el libro no es más que un canto a la libertad, en resumen podría decirse “nos podrá ir mejor o nos podrá ir desastrosamente si nos quitan el tacataca o las ruedecitas de apoyo, pero nadie debe tener poder para obligarnos a acatar sus planes “filántropos” para salvarnos de nosotros mismos (amor mal dirigido)”


En fin, que aquí no te voy a decir nada que no haya puesto ya en el libro. Espero con ganas el día termines de leerlo.

Concluyendo… Lo que pones me parece muy bien, muy interesante (como me gusta a mi hablar de cosas de estas!!!!). Algunas cosas no se corresponden con el caminante (por que no has llegado al punto en que se habla sobre ello) y además supongo que no te estarás refiriendo exclusivamente a él.